Transición de la pista a la playa: desplazamientos y toque de antebrazos

Hoy volvemos sobre un tema del que ya hablábamos en una entrada anterior: Voleibol vs. voleyplaya. ¿Amigos o enemigos? Como ya decíamos en éste post, el voleyplaya tiene su origen en el voleibol y por esta circunstancia muchos de los elementos técnicos que sustentan a ambos deportes son exactamente los mismos. Sin embargo, a la hora de centrarnos en los aspectos tácticos son grandes las diferencias que existen entre ambas modalidades.

La transición de una disciplina a otra siempre se hace difícil, y aún más, si cabe, con jugadores jóvenes, lo que ocasiona errores en la transición de un deporte a otro debido a la automatización de las acciones técnicas tras la temporada. Será frecuente que nuestros deportistas realicen de manera inconsciente gestos que han aprendido en una de las dos modalidades y los trasladen a la otra. Nuestra labor, sobre todo en los primeros días de entrenamiento, será agilizar la transición, realizando ejercicios de adaptación a la nueva situación y resolviendo problemas ocasionados por el cambio de modalidad.

En el caso que queremos exponer vamos a plantear una situación concreta: jugadores que han practicado voleibol en pista pero nunca o casi nunca han jugado en la playa, al menos de manera organizada o bajo alguna dirección (no consideraremos aquellos jugadores que se limitan a ir a la playa con sus amigos a jugar de forma esporádica y sin un objetivo más que lúdico). Nuestro trabajo se basará en hacer una pequeña introducción de los principales conceptos y diferencias existentes en el voleyplaya con respecto a la pista, enseñando los toques más comunes, los cambios de reglamentación y, sobre todo, el porqué de las cosas que se hacen.

Una de las cuestiones principales que vamos a abordar es la de la superficie de juego. La arena implica una gran dificultad para los deportistas menos experimentados, ya que se trata de un terreno irregular que, además, puede tener unas características muy diferentes de una playa o pista de voleyplaya a otra. Éste aspecto va a influir en los desplazamientos del jugador, que deberá aprender a ser más eficiente a nivel de consumo energético para limitar el gasto en los movimientos, y porque supondrá un factor limitante de la velocidad en comparación con una superficie totalmente lisa. Por esta razón, deberemos incidir, desde el primer momento, en la mejora de la calidad de los desplazamientos.

Por otro lado, otro aspecto que debemos recalcar es la notable importancia del toque de antebrazos en voleyplaya, mayor incluso que en el voleibol. Al no permitirse el toque dedos, exceptuando ciertas situaciones poco dadas en la base, y con una mayor exigencia de calidad en su ejecución, el golpeo de antebrazos va a tomar una especial relevancia durante el juego, de ahí que debamos convertirlo también en otro de los elementos fundamentales en esta transición.

A continuación vamos a plantear una sencilla secuencia de ejercicios en los que trabajamos de manera fácil los desplazamientos hacia delante y hacia atrás y el toque de antebrazos, trabajando por parejas. Esta secuencia es la primera parte de una sesión de introducción al voleyplaya.

Para iniciarnos en la temática de la sesión, comenzamos con un ejercicio de continuidad de antebrazos por encima de la red donde los jugadores se situarán en dos filas enfrentadas y realizarán un golpeo hacia el compañero de la fila de enfrente. Tras el toque, se desplazan hacia el lado contrario.

A continuación vamos ya a trabajar de forma más analítica con un ejercicio muy básico: Un jugador trabajará primero y a continuación intercambiará la posición con su compañero. Un jugador se situará en la red y lanzará un balón al fondo, seguido de un balón corto. El compañero realizará dos golpeos de antebrazos, desplazándose hacia la zona de lanzamiento.

Uno de los aspectos en los que debemos incidir es en la estabilidad durante el golpeo. Cuanta menos experiencia tiene el jugador, más complejo le resultará pararse antes de realizar el toque, por lo que es necesario incidir mucho en éste aspecto y realizar un gran número de repeticiones.

El siguiente ejercicio va a ser similar al anterior. Comenzaremos con un golpeo corto de antebrazos, seguido de un balón largo que obligará al jugador a realizar un desplazamiento hacia el fondo del campo para terminar girándose y golpeando de espaldas.

Como se puede apreciar en el vídeo, la primera jugadora apoya una rodilla en el suelo al realizar el primer golpeo. Esta posición le va a conferir una mayor estabilidad y calidad en la ejecución, al aumentar el número de apoyos y obligar al deportista a detenerse antes de golpear. En voleyplaya, como ya mencionamos antes, la estabilidad es fundamental, por lo que éste tipo de acciones son muy relevantes a la hora de aumentar la efectividad.

En el siguiente ejercicio vamos a realizar un ejercicio en el que introducimos un nuevo concepto que no es utilizado en voleibol de pista: la defensa de mano alta o tomahawk. Éste tipo de golpeo no nos permite un buen control de balón, sin embargo, es bastante utilizado en categorías inferiores donde la movilidad y la lectura del balón no es aún la adecuada y, en muchas ocasiones, los jugadores se encuentran con el balón sobre el cuerpo y no saben cómo reaccionar. Cabe mencionar que esta acción es sólo un recurso y, en la medida de lo posible, debemos limitar su uso, pues no permite al jugador dirigir el balón a la zona adecuada. Especialmente en la recepción del saque, debemos tratar de evitar que los deportistas ejecuten esta técnica, favoreciendo el uso del golpeo de antebrazos.

La secuencia del ejercicio es la siguiente: tomahawk-toque corto-toque largo de espaldas.

Una alternativa utilizada por jugadores más experimentados ante estas situaciones de balones altos y fáciles es el toque de nudillos. Sin embargo, en categorías inferiores siempre aconsejamos el intentar retrasar nuestra posición y tocar de antebrazos, utilizando la técnica de mano alta o tomahawk como último recurso. El toque de dedos siempre se usará en caso de ataques contundentes que raramente veremos durante la iniciación al voleyplaya, por ello consideramos innecesario su entrenamiento en primeras etapas para la defensa debido a la dificultad que entraña.

Para terminar esta parte de la sesión, vamos a realizar un juego en el que combinamos todos los elementos que hemos visto anteriormente: Un “rey de la pista” por parejas. Las reglas son simples:

  • Saca el entrenador (para aumentar el ritmo del ejercicio).
  • Sólo se permiten los golpeos que se han utilizado durante la sesión (antebrazos o tomahawk).
  • Sólo se puede realizar un toque para enviar el balón al campo contrario.
  • El ganador del punto pasa al campo de ganadores, y el perdedor se va a la cola.

El voleyplaya es un deporte muy técnico, por lo que los entrenamientos analíticos resultan necesarios para mejorar y corregir la técnica. Terminar éste apartado de forma lúdica aporta a los deportistas un “descanso” de los ejercicios de repetición, al tiempo que les permite poner en práctica lo aprendido durante el entrenamiento.

Así finalizamos la primera parte de nuestra sesión introductoria. La complejidad de la misma puede aumentarse y también se puede utilizar una mayor variedad de ejercicios, pero éstos siempre deben ajustarse al nivel de nuestros jugadores y a su adaptación al medio de juego.

Transición de la pista a la playa: 3ste Voley. Foto: VoleyPorElMundo
Transición de la pista a la playa: 3ste Voley. Foto: VoleyPorElMundo

Gracias a 3ste Voley del Rincón de la Victoria (Málaga) por ofrecernos sus playas y su trabajo. Durante dos días pudimos disfrutar de la pasión de estas chicas y chicos que apenas habían probado esta modalidad. ¡Gran trabajo! ¡Esperamos que os hayáis enganchado un poquito más a éste deporte!


Éste artículo fue publicado originalmente en Voley por el mundo

Ana María Vidal y Borja González
Ana María Vidal y Borja González
Entrenadores de Voleibol en Voley por el mundo

Ana María Vidal Bouza y Borja González Vicente son una pareja de entrenadores de voleibol. Tras muchos años compitiendo a nivel profesional decidieron dar el paso hacia el entrenamiento y desde entonces han pasado por España, Bélgica, Francia, Islas Cook, Nueva Zelanda, Guam e Islandia. Ana María es licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el deporte y maestra en Educación Física. Borja es licenciado en Historia y con un Máster en Formación del profesorado. También son entrenadores Nivel II FIVB y de máximo nivel español, así como entrenadores FIVB de vóley playa. Han trabajado con las selecciones nacionales de Islas Cook, Guam y actualmente con la selección sub 17 masculina de Islandia. Son autores del libro Voley playa. Técnica y ejercicios y desde el año 2015, del blog Voley por el mundo, en el que comparten sus experiencias y su trabajo como entrenadores.