Recupérate tan duro como entrenas

¡Mi trabajo es increíble!

Puedo ser una persona particularmente positiva, pero no cambiaría lo que hago por nada. ¿Qué otro trabajo en el mundo tiene una hora designada para la siesta, la merienda y el juego, y cuatro meses de vacaciones? No me avergüenzo de decir que soy básicamente una alumna de jardín de infantes profesional. Pero al igual que el jardín de infantes, ser una jugadora de voleibol profesional no durará para siempre. Inevitablemente el cuerpo humano comienza a deteriorarse. Cuanto más envejezco, más veo y siento la importancia de la preparación y la necesidad de recuperarme.

En éste trabajo, como en la mayoría, obtendrás de él tanto como te esfuerces. Generalmente entrenamos dos veces al día, digamos de nueve a once de la mañana y de cuatro a seis de la tarde, lo que puede no parecer mucho, pero… Si nos esforzamos al máximo durante esas ventanas, entonces la forma en que pasamos nuestro “tiempo de inactividad” se vuelve más importante. Así que esa hora de la siesta con la que bromeo es en realidad una parte clave de mi día porque el sueño es uno de los pilares que permiten al cuerpo recuperarse.

Así que aquí están algunos de los trucos que he aprendido para mantener mi viejo y decrépito cuerpo funcionando como una chica de 21 años en un día de entrenamiento promedio;

  • Cuando me despierto por la mañana, inmediatamente me pongo una banda para calentar mi espalda —desde que tuve una lesión menor la temporada pasada, las mañanas son particularmente entumecidas. Estoy consentida y uso una banda vibradora de alta tecnología que me encanta. Antes de eso, usaba la opción de baja tecnología de la botella de agua caliente como sustituto. Mantengo la banda puesta mientras hago mi rutina matutina, unos 20 minutos más o menos, tiempo suficiente para desayunar y escuchar mi podcast de noticias.

  • Luego, trato de incluir unos 10-15 minutos de rodillo de espuma. Es una gran manera de alargar y calentar los músculos antes de entrenar. Utilizo uno que tiene un elemento añadido de vibración, lo que significa que más flujo sanguíneo circula por el área. El resultado es que mis músculos se sienten más sueltos y más ágiles, y en general más calientes y listos para moverse.

  • Antes de entrar en el calentamiento completo del entrenamiento, siempre hago unos 10 minutos de estiramiento activo, que puede ser cualquier cosa, desde saltos y sentadillas, hasta tablas y abdominales. Luego, el calentamiento completo está más orientado a la velocidad, cosas como ejercicios de escalera, mini sprints y saltos de bloqueo.

  • Tengo la suerte de que mi entrenador aquí en Francia es flexible, y me permite incorporar mi programa personal[1] en el entrenamiento de fuerza y acondicionamiento de nuestro equipo. Como algunos de ustedes ya saben, es un programa bastante intenso y el resultado es un gran cansancio y dolor muscular, pero sé que cuanto más en forma esté, mejor me recuperaré. Así que inmediatamente después del entrenamiento, vuelvo a rodar. Para esta parte, me encanta una esfera terapéutica que es básicamente un rodillo de espuma en forma de pelota. Puedo encontrar un punto doloroso y sentarme en él, dejando que la vibración haga todo el trabajo para aflojar un músculo tenso.

  • Si se trata de un entrenamiento con pelota, me aplico hielo inmediatamente sobre el hombro, la espalda y/o las rodillas, o lo mejor que es un baño de hielo de cuerpo entero, siempre que sea posible (aún si eso significa botellas de agua congelada en mi bañera). La teoría aquí es que el hielo constriñe los vasos sanguíneos y restringe el flujo de sangre, lo que reduce la inflamación. Sin embargo, algunas investigaciones sugieren que la inflamación es una etapa importante para permitirle a tu cuerpo recuperarse, el hielo simplemente adormece el dolor temporalmente y en realidad inhibe el proceso de recuperación. Para mí, la aplicación de hielo es un viejo y confiable hábito, que se remonta a mis días de estudiante. Efectos en tiempo real: Me siento muy, muy fría. Pero refrescada.

  • Después del almuerzo y de una hora de siesta, repito todo el proceso de frío a calor de nuevo para el próximo entrenamiento. Como muchas verduras, pollo y tomo BCAA (aminoácidos ramificados, los bloques de construcción de la proteína) antes y después de cada entrenamiento, así como un batido de proteínas después de las pesas. Repostar es esencial para ayudar a recuperarse y prepararse para la siguiente sesión. Me gustan unos suplementos que sé que controlan los lotes de todos sus productos, así que no tengo que preocuparme por contaminaciones con sustancias prohibidas que podrían costarme mi increíble trabajo.

  • Si tenemos un largo día de viaje, especialmente en un avión, usaré medias de compresión. Las medias negras hasta la rodilla están muy fuera de moda con las zapatillas, pero evitan que se me hinchen los tobillos como el Hombre Michelin. Así que hay que hacer sacrificios.

Sé que probablemente no suena como algo innovador; calentar, rodar, estirar y congelar, pero a veces se pasa por alto, o incluso se olvida por completo, detrás del trabajo que hacemos en la cancha y en la sala de pesas. Al igual que la pintura con los dedos es un elemento fundamental para las habilidades motoras finas de una alumna de jardín de infantes, la preparación y la recuperación son la columna vertebral de una jugadora de voleibol en forma y saludable.

La gente a menudo me pregunta cuándo pienso dejar de jugar, pero mientras pueda mantener mi cuerpo en forma, puedo decir honestamente —no en el corto plazo.

¡Así que mantente en forma y mantente en sintonía!

Advertencia: Todas las opiniones son mías. Ninguna alumna de jardín de infantes fue dañada durante la escritura de éste artículo.

  1. ^ Se refiere al programa PBJumps desarrollado por Gary Hutt.


Éste artículo fue publicado originalmente en VolleyScience

Ciara Michel
Ciara Michel
Atleta olímpica y colaboradora en VolleyScience | Más datos

A lo largo de su carrera, Ciara participó junto al equipo británico en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y ha jugado para los mejores equipos en las ligas profesionales de Alemania, Italia, Turquía y Francia. Completó una licenciatura en Psicología de la Universidad de Miami en 2008 y una maestría en Publicaciones y Comunicaciones de la Universidad de Melbourne, Australia en 2010. Habla cinco idiomas diferentes, es colaboradora de VolleyScience y es muy activa compartiendo experiencias únicas como atleta profesional a través de las redes sociales para el beneficio de todos.