Nunca seas el último entrenador de un niño

Hay muchas maneras de definir el éxito para un entrenador de voleibol.

Victorias. La mejora de las habilidades técnicas de tus atletas. Tal vez tus atletas pasando al siguiente grupo o iniciando como titulares en la escuela secundaria o ganando una beca universitaria.

Aquí hay otra medida cuando los entrenadores evalúan cada temporada… cuántos niños vuelven a jugar al voleibol en la temporada siguiente.

Un objetivo… nunca seas el último entrenador de un niño.

Un rol clave para los entrenadores es ser un consejero de la relación entre cada jugador y su amor por el juego.

Estos atletas han elegido un deporte muy aleatorio, y uno en el que cada partido jugado siempre tiene un perdedor en el marcador. Así que, como entrenador, debes ser consciente de cómo tu estilo de enseñanza, selección de alineaciones, acciones y decisiones, tanto dentro como fuera de la cancha, están impactando en el amor de tus atletas por ese mismo deporte.

Pregúntate a ti mismo, ¿cuántos de los niños que has entrenado siguen participando en el voleibol? ¿Cuántos han abandonado el deporte?

El amor por el juego

Una de las razones por las que debemos enfocarnos en éste amor por el juego con los jugadores más jóvenes —a través del proceso y el esfuerzo y las partes divertidas del juego— es por los futuros entrenadores. Si le das a un jugador un verdadero amor por el deporte, le habrás dado la pasión para jugar más allá de los malos entrenadores y adultos que pueda encontrar después de dejar tu tutela. No me cabe duda de que tus jugadores, como sucedió con mis hijos, se encontrarán con entrenadores que los degraden, los castiguen y los menosprecien por razones de su propia incompetencia como entrenadores. Si les has transmitido una verdadera pasión por el placer de jugar, esos adultos no podrán impedir que vuelvan a jugar.

Me gusta éste proverbio chino: “Ganar y perder son temporales, las amistades duran para siempre”.

Y recuerdo a la entrenadora china Lang Ping pronunciando estas mismas palabras en la ceremonia de apertura de un campeonato nacional hace unos 30 años. Pero el proverbio siempre se quedó conmigo y, desde entonces, he hecho esfuerzos adicionales para ayudar a los equipos con los que trabajo a dar vida a ese proverbio, y para conocer a nuestros adversarios, llegando a conocer a quienes comparten nuestro mismo amor por el juego. Resulta que están al otro lado de la red cuando juegas. Conócelos fuera de la cancha; es probable que hagas grandes amigos para toda la vida.

Esta métrica también funciona con otros grupos.

Creo que los clubes deberían analizar sus propios esfuerzos para retener a sus entrenadores. ¿Ellos vuelven a entrenar otra temporada?

¿Sus padres, entrenadores y aficionados tratan a sus árbitros con el respeto que merecen? ¿Se fomenta o se desalienta el mal comportamiento? Es una epidemia nacional que los deportes juveniles estén perdiendo árbitros debido al acoso en los eventos.

El voleibol es un deporte para toda la vida. Creo que todos debemos comprometernos a crear un entorno seguro y divertido para todos los que quieran participar, de modo que podamos retener a jugadores, entrenadores y árbitros.

Por último, se entiende que a veces nuestros hijos elegirán otro deporte o actividad. Eso está bien. Nuestro enemigo nunca es otro deporte, porque queremos que nuestros jóvenes sean activos. Pero lo que tenemos que combatir son los entrenadores que expulsan a los jugadores del deporte. La mayoría de los niños dejan un deporte porque simplemente ya no es divertido.

En una encuesta reciente sobre los motivos por los que los niños abandonan un deporte, “No ganar lo suficiente” se ubicó en el décimo lugar. “Ya no es divertido” fue el número 1. ¿Cuál fue el número 2? “El entrenador era un mal profesor”.

Podemos mejorar. Podemos darle la vuelta a esos números. Espero que todos hagan lo posible por aprender a ser el mejor profesor que puedan ser, y que nunca acaben siendo el último entrenador de un niño.


Éste artículo fue publicado originalmente en Growing the Game Together

John Kessel
John Kessel
Entrenador de voleibol y escritor

John es conocido por su innovación en el entrenamiento a través de la positividad, la motivación, la incorporación del aprendizaje motor con el desarrollo cognitivo y el mantenimiento de la diversión en el aprendizaje. Trabajó más de 30 años con USAV, en su última comisión como Director de Desarrollo Deportivo. Es Instructor FIVB Nivel IV, Secretario de la Comisión Técnica y de Entrenadores de NORCECA y Director de Desarrollo de World ParaVolley. Fue jefe de equipo de las selecciones de voleibol de playa de Estados Unidos en Sidney 2000, que obtuvieron una medalla de oro, y de la selección paralímpica femenina de voleibol sentado de Estados Unidos en Atenas 2004, que obtuvo la medalla de bronce. Es un conferenciante internacional muy solicitado y ha impartido seminarios en más de 60 países, incluso para asociaciones de otros deportes como la NFL, MLB y NHL. Su blog Growing the Game Together es el segundo más popular de los cientos que se encuentran en el sitio web del Comité Olímpico de Estados Unidos. También es autor de varios libros, incluyendo el manual de entrenamiento IMPACT, la Guía del Programa de Voleibol Olímpico Jr. y Minivóley para jóvenes.