En general parece que se juega al voleibol como se vive en las grandes ciudades, a 200 km/h. Sin embargo en las divisiones de base es frecuente encontrar que se confunde jugar rápido con jugar bajo. Dada esta generalidad, pareciera que todos los gimnasios fuesen bajos, por lo cual el balón no debe superar nunca, por mucho, la faja superior de la red, para impedir que toque el techo. Sin embargo, hay gimnasios muy altos y se juega igual. Jugar rápido no estaría mal, si logramos diferenciar cuando se puede y cuando no.
Ahora bien, cuando vemos partidos de alto rendimiento, se demuestra que aquellos equipos que tienen una buena pelota alta, sacan ventaja sobre los que no consiguen encontrar jugadores que ataquen bien dicho tiempo. Por supuesto que en éste juego se saca mucha ventaja jugando «bien» rápido, pero entendiendo ¿qué es jugar «bien»? Que nos permita disminuir la cantidad de bloqueos, encontrar defensas desacomodadas, etc. Pero cómo jugamos cuando no tenemos un buen pase, una free ball o una defensa perfecta.
Por tal motivo, es que me propusieron escribir sobre cómo desarrollar o enseñar el ataque de la pelota alta. Tarea más que difícil, tanto para aprender como para enseñar.
Partimos de la premisa que la coordinación óculo-manual es difícil, y mucho más cuando uno la tiene que hacer en el aire. Si no, no habría tantos arqueros que salgan mal en los tiros de esquina. Dependemos mucho de la lectura de trayectoria de balón, y de la coordinación motora.
Soy partidario de comenzar, una vez incorporada la técnica del remate (carrera, balanceo, salto y golpe) con alturas de balón que vayan aumentando a medida que los jóvenes van coordinando todo el esquema motor del remate. Podemos partir del último paso, o directamente del salto, e ir incorporando la totalidad de los pasos y la lectura del tiempo de ataque, empezar tomando y luego terminar golpeando.
Por ejemplo en la lectura de la levantada de pelota alta, es importante que el joven sepa diferenciar el ascenso del balón, el punto muerto y el descenso del mismo.
Podríamos decir que debe comenzar su carrera de aproximación cuando el balón llega al punto muerto de vuelo, antes de comenzar a descender. Esta lectura es compleja para los más chicos, pero es importante que sea el punto de partida para que puedan conocer, de acuerdo a su velocidad, salto y fuerza, cual es el momento oportuno para comenzar con la técnica del remate de pelota alta. Por supuesto que esto es una aproximación, ya que no podemos hablar de momentos exactos, cuando la situación de cada joven es particular. Ahora, para saber cómo levantar una pelota alta, alguna vez aprendí que, luego de la levantada, si uno dejara picar el balón, el mismo debería superar el fleje superior de la red luego de ese pique. Ahí estaríamos en presencia de una buena pelota alta.
Es importante conocer a la perfección la técnica del gesto de remate, ya que eso nos facilitará el aprendizaje de los tiempos. Conocer cómo se debe acelerar la carrera, para transformar esa velocidad en salto vertical, luego de un frenado. Conocer también cómo balancear los brazos para mantener el equilibrio en el aire, y cómo preparar el brazo ejecutor para tener todas las posibilidades que el tiempo nos permita para elegir dónde rematar.
A continuación les pasaré un cuadro comparativo, del ataque de Argentina Menor en el Mundial de Italia 2009. En él podrán apreciar que alrededor del 15% de los ataques de salida de recepción son de pelota alta, mientras que entre un 20% a 25% de la transición es rematada con el tiempo de pelota alta. Si nos guiamos por la dosificación que deberíamos dar a éste tiempo de ataque en nuestros entrenamientos, éste número (al menos para éste equipo) podría ayudamos a organizar nuestra planificación.
Ahora diagramé algunas ejercitaciones para desarrollar la técnica de remate de la pelota alta. Por supuesto que si nos guiamos por una clasificación de los fundamentos podremos desarrollar mejor estas sesiones de trabajo.
* Lanzamiento, carrera del jugador y toma balón con el brazo cerca del ojo. Gesto del remate con toma arriba de la cabeza, lanzamiento del lado derecho para diestros y del lado izquierdo para zurdos.
* Ídem ejercicio anterior, pero en el aire tomo el balón y lo lanzo en dirección a la carrera. Éste lanzamiento lo haremos con ambas manos con salto vertical y antes de comenzar el descenso del salto, en el punto más alto.
* Con la pelota lanzada por el entrenador desde posición tres, rematar en dirección a la carrera. El entrenador lanzará a distintas alturas el balón.
* Siempre con pelota lanzada pero desde una distancia mayor, por ejemplo desde posición 2 hacia 4 y de posición 4 hacia 2. El jugador deberá leer y decidir cuándo partir. Es ahí donde el momento de partida decimos que es individual de cada jugador.
Podemos armar metodologías que en su evolución nos hagan volver a un punto anterior. Por ejemplo, el entrenador lanza desde posición 3 y luego un levantador hace lo propio con una levantada desde esa posición. Ahora bien, cuando queremos mejorar la pelota alta desde una posición alejada, empezamos nuevamente con un lanzamiento del entrenador y la toma del balón del rematador, para avanzar luego a rematar desde una levantada.
Toda esta organización metodológica es conveniente que uno la formule de acuerdo a lo que sucede en un partido de la categoría en la que participamos. El dato estadístico del Mundial de Menores 2009 es solo un dato de ese evento, no quiere decir que todos los menores de 19 años juegan con ese porcentaje de pelota alta en sus competencias; puede ser mayor o menor a ese rango. Lo que sí está claro que es un tiempo de ataque al que se le debe dar importancia y puede hacer la diferencia en el juego.
* Con un levantador desde la zona más facilitada, primero salto y tomo el balón, luego ataco en dirección de carrera. Suponemos que los levantadores nos darán la realidad de las distintas alturas de levantada.
* El entrenador le lanza una pelota al levantador alejada de la red, una situación de dificultad que se da en el partido.
* Hacer los mismos ejercicios para diestros por posición 2 y para zurdos por posición 4.
* Llegar a los ejercicios de mayor dificultad, donde el balón llega desde posiciones menos frecuentes. Por ejemplo desde posición 5, desde fuera de la cancha, desde el lado contrario o desde atrás.
Les dejo a continuación la clasificación del ataque, siguiendo con la temática del número anterior. Ahora bien, todos deberíamos poner el cerebro en funcionamiento y hacer nuestra clasificación.
Debemos llevar escrita una planificación, esto es muy importante a la hora de trabajar en el desarrollo de jóvenes jugadores, es lo que nos dará la veracidad del lugar donde nos encontramos y hacia donde podemos ir. Es conveniente filmar todas las ejercitaciones y que los jugadores se vean. En la actualidad es muy fácil poder conseguir esto, ya que hasta se puede filmar con un celular y que los jugadores puedan reconocer sus movimientos. Recuerden que mejor que escuchar es ver, y mejor que ver es hacer.
Se hace imprescindible dosificar la cantidad de saltos en el entrenamiento o enseñanza del remate, ya que podemos ver errores groseros, no por no conocer la técnica sino por tener una fatiga considerable.
Por supuesto que hay mucho más para desarrollar, pero es importante que cada uno lleve a su equipo y nivel en particular lo que le sirva.
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Éste artículo fue publicado originalmente en Volley Attack!
Fabián Muraco
Profesor de Educación Física por el ISEF Nº 1 Dr. Enrique Romero Brest, Entrenador Nacional desde 1987 y Entrenador FIVB Nivel II. Posee amplia experiencia en el desarrollo de jugadores y es instructor FeVA desde 2000. A lo largo de su carrera dirigió las selecciones argentinas Sub-19 (2004-2005 y 2009-2011) y Sub-21 (2004-2005 y 2011-2013), y a los clubes argentinos Chubut Volley, Ferrocarril Oeste, GEBA, Libertad (San Jerónimo Norte), River Plate y UNTreF Vóley. En la temporada 2014/2015 trabajó como entrenador asistente en el club Fenerbahçe Spor Kulübü de Turquía.