Es la perseverancia, no el talento, lo que nos convierte en personas «geniales»

Ese es un maldito genio. ¡Es una aplicación brillante! «¡Eres un genio!» ¿Cuántas veces, en la vida cotidiana y con la ligereza de un comentario o una publicación en Facebook, usamos naturalmente la categoría de genio para clasificar el éxito…