En éste trabajo se tratan aspectos centrales de la comunicación en el voleibol entre los entrenadores y los jugadores, con especial énfasis en las categorías de base. Se sostiene que una comunicación positiva no solo habilita la plena participación de los practicantes, sino que mejora su auto-concepto.
Ya en trabajos anteriores (Fotia, 2003) afirmábamos que la capacidad de ser un buen comunicador es expresión de competencia en el entrenador de voleibol. Los entrenadores exitosos se distinguen entre otras cosas por su capacidad comunicativa, verbal y no verbal.
En las etapas iniciales sobre todo, muchos de los problemas que surgen en los entrenamientos y en los partidos, e incluso el abandono de la práctica del vóley, se deben a una mala comunicación.
Uno de los aspectos principales a tener en cuenta es la característica del grupo, en relación con la edad y el nivel de aprendizaje.
Con los niños y las niñas la comunicación positiva debe comenzar con un acercamiento también positivo, es decir poniendo el acento sobre elementos constructivos. Cuando un pequeño jugador se esfuerza por aprender y no obstante comete errores, las intervenciones del entrenador deben comenzar valorando los aciertos en su actuación.
En casos de entrenadores o profesores autoritarios se suelen observar intervenciones focalizadas mayormente sobre el error y, como en el vóley los errores son constantes, el resultado es un clima de entrenamiento o de permanente malestar. Un entrenador que utiliza frases como «¡tenés los codos abiertos en el golpe de abajo!» o «¡no flexionas las piernas!» solamente refuerza la imagen negativa de la situación y no da elementos para la solución del error. Un buen ejercicio para dejar de ser criticones es comenzar la corrección con la frase «quiero ver en vos», «… que los codos estén juntos» o «… las piernas como un resorte.»
En éste sentido una secuencia posible en la comunicación ante el error podría ser: valorar un aspecto específico y bueno del comportamiento observado, hablar sobre el aspecto que necesita mejorarse y finalmente asignar tareas para la solución del problema.
La comunicación positiva es también aquella que promueve la participación
Es imprescindible que el modo de comunicación utilizado invite a la participación de los niños y las niñas: no solo deben estar presentes en el entrenamiento, sino que deben involucrarse. Esto requiere la utilización de una terminología apropiada, que por supuesto no es universal sino que dependerá, como decíamos antes, de las características del grupo, no solo en relación con la edad sino también con el nivel de aprendizaje.
Entre otras, creemos que fundamentalmente dos estrategias promueven la participación:
1. La formulación de preguntas: ¿por qué te parece que tu golpe de abajo no es preciso? ¿Encontrás otra solución para que tu levantada sea más alta?
Creemos que es imposible llevar adelante buenos procesos de formación de jugadores sin que entrenadores y niños puedan comunicarse, es decir dialogar e intercambiar (y también los mayores). Como opina Claude Bayer (1992), «en estas etapas hay que evitar el amaestramiento.»
Quien cree que a los jugadores hay que domesticarlos, no entiende que por ese camino los forma pasivos, individualistas y poco creativos. Dice Julio Velasco:
«Muchos factores afectan en la preparación de un jugador o de un equipo, así como se deben tener en cuenta muchos aspectos para entender los fenómenos que desencadena el deporte. De todos, uno es el más importante, fundamental, decisivo: el factor humano. Lo que es único del ser humano: su psiquis, el complejo conjunto de razones, las pasiones, los sentimientos, la inteligencia.
Los entrenadores, maestros, profesores, periodistas e incluso los padres de las niñas o de los niños que hacen deporte nunca deben perder de vista que los que juegan son sobre todo personas, en sus fortalezas y en sus debilidades.»
2. El fortalecimiento de la relación entre el entrenador y los niños, sobre la base de premiar el esfuerzo y no solamente el resultado, y los buenos comportamientos y no solamente los aprendizajes logrados. Como opina Daniele Bagnoli (2014), «es muy importante hacerles saber a los jugadores cuando hacen las cosas bien, tanto en la iniciación como en el jugador confirmado.» Así, resaltar de manera elocuente los logros de los niños delante de sus compañeros los hace sentir importantes, valorados y a su vez competentes, afirmando cada vez más el auto-concepto (Gomez, 2014). Las sonrisas y el entusiasmo en las tareas luego de un gesto o de una palabra de aprobación por parte del entrenador, lo demuestran a cada momento. En las edades tempranas los niños y niñas disfrutan de las actividades en espacios en los cuales pueden expresarse, reír, crear y sentirse competentes.
No sabremos hasta pasado mucho tiempo si nuestros minis llegarán a juveniles o a mayores, si serán buenos o malos jugadores, pero sí que con nuestro trabajo habremos colaborado a que amen a nuestro hermoso deporte y formar mejores personas.
¡Buen trabajo!
Bibliografía
Bagnoli, D. (2014). Side out y break point. Presentación, Congreso Internacional sobre Entrenamiento en Voleibol Valladolid 2014.
Bayer, C. (1992). La enseñanza de los juegos deportivos colectivos. Barcelona: Hispano Europea.
Fotia, J. (2003). La comunicación en el voleibol. Lecturas: Educación Física y Deportes, 9(62), 1. Recuperado de http://www.efdeportes.com/efd62/voley.htm
Gomez, H. (2014). El Voley va a la escuela. Presentación, Congreso Internacional sobre Entrenamiento en Voleibol Valladolid 2014.
Horacio Gomez
Profesor de Educación Física por ISEFI/ISEF. Entrenador Nacional Nivel 2 de la FMV. Secretario Nacional de Minivoley de la FeVA. Instructor de Minivoley en el CDRV FIVB en Argentina. Secretario Técnico de la FMV. Director de los programas "El Voley va a la Escuela" (nivel primario), "Voley Media" (nivel secundario), "Voley Circular" y "Monster Block Teen's" de la FMV, los cuales ha presentado en diferentes federaciones provinciales y universidades de Argentina, así como también en Bélgica, Brasil, Cuba, Dinamarca, España, Estados Unidos, Francia, Italia y Uruguay.
José Fotia
Profesor de Educación Física por FaHCE (UNLP). Docente e investigador en UNLP. Entrenador Nivel 3 FMV de Argentina y Entrenador Nivel 2 FeVA. Integrante del Registro de Expertos en Actividad Física y Deporte, Didáctica y Metodología de la CONEAU del Ministerio de Educación desde el año 2008. Ex-Director Técnico del equipo femenino mayor del Club Estudiantes de La Plata en la División de Honor Metropolitana. Asistente Técnico de la Selección femenina de voleibol de Argentina en la Copa Mundial de Voleibol Femenino de 2003. Distinguido por el COA. Autor de diversas publicaciones en revistas especializadas en educación física y voleibol. Creador junto con Horacio Gómez del programa “Monster Block Teen’s” reconocido por su propuesta didáctica y de desarrollo del deporte.